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Sentido del Aprendizaje Colaborativo en la SC: repensando la Enseñanza
La base de la “Sociedad de la Información” está constituida por un conjunto de innovaciones tecnológicas (Pedregal y Tarasow, 2005) que inducen a nuevas prácticas sociales para afrontar los cambios que operan en el ámbito de la producción/consumo (economía), el ámbito del poder (política) y el ámbito de la experiencia cotidiana (sociedad y cultura). Estos cambios se dirigen particularmente a asegurar el trabajo colaborativo, lo que hace necesaria una sólida formación en el manejo de las TIC. Estas últimas características apuntan a instalar sobre la base tecnológica que ofrece esa sociedad, una verdadera Sociedad del Conocimiento (o, más específicamente, Sociedades del Conocimiento, atendiendo a la diversidad de "escenarios" en que la misma se desarrolla) en la que el foco esté puesto en los fenómenos socio-culturales que pueden provocarse, fortalecerse y desarrollarse a partir de las innovaciones tecnológicas y no en la aplicación de tecnologías como fin en sí mismas (Castells, 1998) .
¿Qué papel debería desempeñar la escuela en relación con las nuevas tecnologías en la sociedad actual? El espacio compartido del aula, tal como está, resulta insuficiente. De hecho, si nuestro objetivo es enseñar a trabajar de manera colaborativa, debemos pensar en las situaciones reales de trabajo en las que se encontrarán nuestros estudiantes en el futuro, donde la comunicación se producirá operando desde diversos entornos virtuales y muchas veces a grandes distancias.
Por otro lado, integrar las TIC en educación implica resignificar el perfil del docente que deseamos y el rol que se le asignará, considerando que en la actualidad estamos frente a una generación fundante o net generation. Sin embargo, esta integración puede percibirse de manera negativa a tal punto de deshumanizar la enseñanza tradicional y alentar el facilismo por parte de los alumnos con respecto a su uso. Así, una alfabetización digital efectiva y comprometida exige nuestro esfuerzo, en tanto educadores, por dilucidar las nuevas culturas juveniles.
Está probado que los nativos digitales, independientemente del mayor o menor acceso que tengan a las tecnologías, ostentan una marca identitaria que los adscribe al universo de lo virtual (Balardini, 2006), por lo que nuestro mayor compromiso debe orientarse tanto a capacitarnos en el uso de nuevas herramientas como a comprender los nuevos modos de comunicar, de expresar, de resguardar y a la vez expandir el "yo" en construcción de estos jóvenes que encuentran en la red el espacio "natural" para relacionarse, para buscar al otro y buscarse a sí mismos.
La Pedagogía de Internet nace en el contexto de una pedagogía de la imaginación, que promueve un aprendizaje activo, constructivo, auto-regulado y tecnológico, que entiende a la tecnología como instrumento cognitivo y no como medio de reproducción. Se espera que los alumnos sometan a la acción del pensamiento con el fin de analizar, relacionar, criticar, transferir y aplicar la información obtenida, transformándola en conocimiento. De esta forma, aprenden a aprender, una tarea especialmente importante en la SC, ya que les permitirá comprender mejor su entorno y poder actuar en él positivamente. Además, favorece la creación de comunidades de aprendizaje donde se produce permanentemente la negociación de significados. Las TIC aparecen como impulsores de una necesidad renovadora de la educación. Dentro de estas comunidades, docentes y estudiantes intercambian enseñanzas y aprendizajes en tanto interactúan en la red, retroalimentándose unos a otros.
La era actual está centrada en bienes intangibles como la educación, la formación de capacidades-habilidades-talentos, el uso inteligente de la información. En este contexto, agregar valor al intercambio de la información ha pasado a ser un objetivo fundamental para el desarrollo y la expansión del conocimiento.
La inclusión de los nuevos recursos digitales en las prácticas áulicas exige una reflexión profunda acerca de cómo pueden contribuir al logro de los propósitos educativos de manera significativa. Siguiendo a Diego Levis (2005), ninguna tecnología por sí misma, soluciona los problemas que tiene planteada la educación. Si pensamos en educar con TIC debemos planificar un campo de interacción habilitado por interfaces donde los usuarios reconstruyan conocimiento. En este contexto, ¿cuál es rol del docente?, ¿es de mediador?, ¿debe incorporar las TICs?, ¿está preparado para enseñar con las TICs? Este nuevo escenario nos permite replantearnos nuestras prácticas docentes, nuestras metodologías de enseñanza, nuestro rol en el proceso de aprendizaje de los alumnos. “Planificar la enseñanza, es algo más que establecer objetivos, métodos y criterios de evaluación: significa pensar, valorar y tomar decisiones que valgan la pena entre otras cosas" (Salinas, 1994).
En este marco, las TIC abren nuevas y múltiples posibilidades para el trabajo colaborativo, interactivo e interpersonal. Una de las estrategias para producir aprendizajes significativos es investigar en/con Internet a través del uso de las webquest (Adell, 2004). Como actividad didáctica, está basada en presupuestos constructivistas y se apoya en técnicas de trabajo grupal e investigación que posibilitan desarrollar lo que Vigostky denominó procesos psicológicos superiores. De esta manera el proceso de trabajo ayudará a cada miembro participante a construir nuevos conocimientos a través de la socialización de la palabra. Podemos agregar los blogs (de asignatura, grupales, entre otras), weblogs (blogs) o los edublogs que son una manera sencilla y gratuita de escribir periódicamente de manera personal o colectiva.
Encontramos la interactividad de la Web 2.0 en los blogs. Su éxito reside en lo colaborativo que resulta su uso (escribir y publicar) en el potencial educativo y en las posibilidades de etiquetado. Por eso, esta herramienta debe abordarse pedagógicamente generando espacios de reflexión, colaboración, presentando y desarrollando propuestas y actividades. La formación del profesorado debe centrarse, según Aníbal de La Torre (en un artículo publicado en edutec.Revista electrónica de tecnología educativa), en cuatro aspectos fundamentales, uno de ellos es ACCEDER A LOS CONTENIDOS, considerando el acceso lo más universal posible y la formación sobre procesos eficientes de búsqueda. CREAR CONTENIDOS este item plantea que la creación o producción verdaderamente efectiva es la de procesos educativos en los que los alumnos y alumnas accedan a información existente, reflexiones e, incluso, lleguen a sus propias conclusiones. RECOPILAR CONTENIDOS apunta a que las instituciones aúnen esfuerzos en la recopilación, clasificación y estandarización de los recursos digitales existentes y, por último, CONECTAR CONTENIDOS ya que el aprendizaje es un acto o proceso social y muy poco de lo que aprendemos es estático o absoluto; por ello tendremos que encontrar caminos que conecten lo que sabemos con la gran base de datos que es la Web y aprender a partir de estas conexiones. Además, el etiquetado, alejado de la clásica organización jerárquica y criterios predeterminados, permite que cada cual asigne un marcador personal según su propio criterio e intereses y pueda compartirlos con otros (utilizando herramientas como Del.icio.us). Esta nueva cultura de la “indización social” o clasificación colaborativa de contenidos se conoce también con el nombre de folksonomía.
En la web 2.0 podemos encontrar cientos de herramientas disponibles. Lo importante es poder utilizarlas generando con ellas nuevas capacidades en pos de transformar información en conocimiento. El objetivo de la formación de los futuros profesores y de los que están en ejercicio debe apuntar a la incorporación de las TIC contribuyendo al acceso, creación, recopilación y conectividad, y mejorando la relación enseñanza-aprendizaje en las aulas. Esto se logrará a medida que se extienda la Web 2.0, dándonos la posibilidad de fortalecer nuestro perfil docente sobre roles más cercanos al mundo de la informática. Es un potencial que se nos ofrece y que no deberíamos dejar escapar.
Enseñar con TIC abre la posibilidad de crear “zonas de innovación pedagógica donde la tecnología va a funcionar como herramienta de la imaginación y de la construcción, y no como fin en sí misma” (Pinto, 2006). Sería deseable estimular la enseñanza con TIC en todos los ámbitos educativos como eje transversal, ya que esto promueve aprendizajes significativos que contribuyen a la formación de estudiantes creativos, críticos, activos, comprometidos con su sociedad, generando así “zonas de interrogación ético-políticas” sobre los usos actuales que las nuevas tecnologías adquieren también como herramientas de control, de aletargamiento, de homogenización, de exclusión social, de desigualdad y discriminación. En este sentido, cabe señalar que aunque la denominada SC mantiene como uno de sus supuestos ideales la inclusión digital, los límites materiales en el acceso a las tecnologías (“brecha digital”), acentúan y/o generan una situación de exclusión en el uso de un bien social que afecta a millones de personas en el mundo, que se manifiesta en tres esferas: económica, de usabilidad y de uso significativo (Nielsen, 2006).
En resumen, es evidente que en la actualidad se imponen nuevas alfabetizaciones, imprescindibles para acceder, integrar y desarrollar nuevas competencias, a fin de lograr la inclusión a la sociedad del conocimiento (Wilhem, 2004).
Sin embargo, en países como el nuestro la frontera de la inteligencia colectiva se manifiesta de diversas maneras, expresadas básicamente en las limitaciones de los recursos de conectividad, el ancho de banda y la memoria de procesamiento. Al respecto, Pardo Kuklinski (2007) en el e-book Planeta Web 2.0 expresa: “La carencia de cualquiera de ellos restringe completamente el consumo de aplicaciones colaborativas impidiendo integrar las múltiples comunidades en línea existentes o utilizar otros recursos de mayor valor”. El desafío, entonces, es muy grande y no se resuelve solamente en los anhelos y las mejores intenciones de los educadores. Como escribe Sergio Balardi, existen dos brechas: una generacional y otra de acceso. La primera significa que mientras que los adultos nos acercamos a la tecnología digital como herramienta o instrumento, cada vez más jóvenes viven el mundo digital como entorno; y la segunda apunta a las limitaciones de recursos que impiden a tantos conectarse a la red y operar con computadoras. Pero más que jóvenes y adultos dentro o fuera de la tecnocultura digital, habría que pensar en calidad e interactividad del medio.
Bibliografía.
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